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Pensadores, filisofos y estadista dicen todos lo mismo:

Por el bien de la madre tierra y de la raza humana, todas las naciones deben renunciar a su soberanía.

Las Aldeas Soberanas son la única forma pacífica de hacerlo. No hay otro método.

Las aldeas soberanas son pequeñas pero totalmente soberano

No tienen las leyes de la nación que los creó.

Tienen pocas burocracias.

Tienen una sola normativa, ética, moderada, altruista, transparente y por tanto muy tranquilizadora.

No pagan ningún impuesto, sino sólo el 10% de la ganancia anual, según el reglamento, a favor de la nación que los creó y defiende.

No forman parte de ningún sistema monetario y utilizan toda la moneda que quieren.

Son absolutamente neutrales. Son 100% ecológicos.

Todos los residentes de las Aldeas Soberanas tienen trabajo y para siempre.

No circula moneda dentro de las Aldeas Soberanas.

Los residentes reciben gratuitamente: vivienda, alimentación, vestido, atención médica, educación y todo lo necesario para una vida sana y equilibrada.

Nadie está obligado a entrar en una Aldea Soberana y puede salir cuando quiera.

Las Aldeas Soberanas son extremadamente productivas.

Las Aldeas Soberanas son extremadamente altruistas.

En las Aldeas Soberanas cada uno tiene tiempo y medios para desarrollar su propia espiritualidad, como única esperanza verdadera para una mejor evolución de la especie humana.

¿Qué pasará si no es posible crear las Aldeas Soberanas?

No sucederá nada nuevo. Como siempre, todas las naciones, todos los grupos organizados y cada persona, a través de guerras o conflictos de todo tipo, intentarán obtener recursos que no tienen o no han sido capaces de producir. Como siempre, prevalecerá el más fuerte. Como siempre, los más débiles morirán o sobrevivirán con gran sufrimiento. Como siempre, una vez terminadas las guerras, se crearán nuevos equilibrios a la espera de otras guerras.

¿Pero es este el mundo que deseas?